domingo, 5 de abril de 2015

Rememorando el camino, memoria y gente, mucha gente.

Soy de esas personas que evita a la gente cuando toma una foto, que va al supermercado, a poder ser, a horas en las que puedo comprar todo lo que necesito en menos de 10 minutos y que cuando no me he subido al escenario, los grupos de mas 5 personas, me saturan, en parte porque disponer de un solo oído hace que saber desde que punto procede el  sonido y sin embargo, en estos días en los que estoy reescribiéndo aquellos cerca de 500km caminados entre Vigo y Ávila, y para mi sorpresa, teniendo en cuenta la cantidad de horas de soledad en la carretera y de que, el público piña vez terminadas las funciones, volvían a sus vidas cotidianas, me encuentro con que el camino está sobre todo, lleno de gente, de recuerdos de todos ellos y de momentos que han sido los que realmente han hecho que el camino realizado haya merecido realmente la pena y que ahora rememorando cada día, todos vuelvan a la muchas página que ya he escrito.
Todos tienen su propia historia, su momento y su peso específico en cada uno de los recuerdos que ahora, pasado el tiempo y viéndolos con distancia, tenga una percepcion de mi experiencia que, cuando comencé a escribir, no imaginaba que llegase a tomar la forma que está tomando.
Estamos en fase manuscrito, todavía quedan muchas páginas por escribir, mucho texto por corregir y depurar, pero la verdad que está siendo una buena terapia, En algunos momentos, en otros, y por primera vez en mucho tiempo, me tengo que obligar a escribir, independientemente del estado  de animo en el que me encuentre, muchas veces lo que mas me apetece es arrancar las páginas ya escritas, dejarlo todo y convertirme en un mas de esos seres grises, carentes de sonrisa con los que me cruza diario por la calle mientras salvo las distancias a pie por una ciudad que cada día me dice menos, que poco a poco me quita el aire y me pide a gritos que tome distancia entre ella y yo.
Puede que en en algún momento vea la luz, o puede que no, lo que si, y lo recomiendo mucho, por lo que a mi me está aportando, sobre todo en los día si bajos, es, escribir, verbalizar en palabras sobre una hoja de papel, vuestros pensamientos, inquietudes, o la tontería más gorda que pase por vuestra cabeza, a mi, me está salvando de una mas que posible locura, o al menos de una que no sea como la actual, completamente inofensiva

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