Todos tienen su propia historia, su momento y su peso específico en cada uno de los recuerdos que ahora, pasado el tiempo y viéndolos con distancia, tenga una percepcion de mi experiencia que, cuando comencé a escribir, no imaginaba que llegase a tomar la forma que está tomando.
Estamos en fase manuscrito, todavía quedan muchas páginas por escribir, mucho texto por corregir y depurar, pero la verdad que está siendo una buena terapia, En algunos momentos, en otros, y por primera vez en mucho tiempo, me tengo que obligar a escribir, independientemente del estado de animo en el que me encuentre, muchas veces lo que mas me apetece es arrancar las páginas ya escritas, dejarlo todo y convertirme en un mas de esos seres grises, carentes de sonrisa con los que me cruza diario por la calle mientras salvo las distancias a pie por una ciudad que cada día me dice menos, que poco a poco me quita el aire y me pide a gritos que tome distancia entre ella y yo.
Puede que en en algún momento vea la luz, o puede que no, lo que si, y lo recomiendo mucho, por lo que a mi me está aportando, sobre todo en los día si bajos, es, escribir, verbalizar en palabras sobre una hoja de papel, vuestros pensamientos, inquietudes, o la tontería más gorda que pase por vuestra cabeza, a mi, me está salvando de una mas que posible locura, o al menos de una que no sea como la actual, completamente inofensiva
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