La cuadratura del circulo Tuy-Salvaterra

Segundo dia de lucha contra la inoperancia gubernamental de las corporaciones municipales de Tuy y Salvaterra de Miño, ambos consistorios denegaron la autorización para representar la obra en sus calles, lo cual me lleva a sospechar vagamente que, el dossier que les envié hace un mes, no se lo han leido, pero lo que me incomoda mas de estos dos días es que, ayer tras hablar con los negocios de restauración de la plaza donde realice los dos pases, no tuve ningún problema.

Para la jornada de ayer, no había ninguna  actividad programada para niños, pero claro, que tonto, era viernes.

Hoy en Salvaterra sucede mas o menos lo mismo, la clase política no trabaja más de lo  necesario, que estamos en agosto. He llegado sobre las 13:30 al pueblo, aquí no tengo tampoco permiso para estar en la calle, me acerqué al local donde después de preguntar vía mail hace tres días, me cedieron su escenario, y tras comer en el Ktroruas un delicioso bocata de calamares inicié la ronda de promoción del show colocando carteles por el pueblo.

Llegue al parque a dejar un cartel y descubro que en medio del mismo hay un auditorio al aire libre y que, no hay ninguna actividad para niños esta tarde.

Por suerte tengo soluciones para caso todo cuando estoy en marcha y esta tarde he actuado en el escenario de Lo que queda del Dia

 Hasta el baño es bonito

El descubrimiento del día, Caldelas de Tuy, a mitad de trayecto entre Tuy y Salvaterra, por la PO404, y su balneario, abierto desde el siglo XIX cuyas aguas tienen especiales cualidades para enfermos del aparato respiratorio, historia en cada uno de sus rincones, desde un daguerrotipo original hasta una secadora de prensa para la ropa asi como mobiliario original y diversas curiosidades como, un mural de azulejos de Aguas de Mondariz, un trato exquisito y un servicio medico muy cualificado asi como la posibilidad de alojarse en su hotel, un bello rincón que os recomiendo, a mi me ha encantado descubrirlo.

Y saliendo del balneario bajando la calle justo al pasar una pequeña capilla una,también pequeña, cafetería: A Capela donde Nicolás, el dueño recibe amablemente a sus clientes y en el que si ademas está su madre por allí te dará una mas que interesante conversación llena de bonitas anécdotas de los buenos tiempos del balneario y pueblo.

  

Y tras la representación, recogida y camino hacia Salceda de Caselas para pasar la noche, al final de la jornada, 30 kilometros a la espalda, o más

Buenas noches.