Rionegro del puente, una experiencia internacional

Desde Puebla de Sanabria me dirijo a Rionegro del Puente, un pequeño pueblo en el camino.

Mi intención de salir a las 6 de la mañana se ve truncada por una amena charla con Herminda, mientras me tomo el desayuno que me ha preparado, tal es así que, se le quema el café.

Hora de salida, las 7 de la mañana.

Amanece en Castilla, los pajaros llenan el aire de sonidos y las vacas, como habreis visto, se vuelven locas.

La etapa discurre sin contratiempos, 35 km disfrutando del paisaje, de los olores y de los colores del camino.

Llegada a Rionegro. Soy el primer peregrino en llegar al pueblo, pero enseguida llegan otros muchos.

Siguiendo mi práctica habitual, trato de informarme en el bar del pueblo de cual es la mejor hora para representar el espectáculo en la plaza, a lo que me contestan que, en el pueblo, apenas hay niños y que a lo mejor ni se pasan por la plaza.

Vale, pues no actuo, de hecho, lo estaba tuiteando cuando veo a dos niñas en la plaza, salgo, les pregunto si quieren verlo y me dicen que si, yupiii!!!

Entro en el albergue a por mis cosas y cuando llego me encuentro con otro niño más, 3.

Exito total!! me voy a celebrarlo al bar, tengo que decir que Rionegro es muy chiquitito, asi que no hay nada que hacer nada mas que ir al bar.

Y llega el cuarto niño del pueblo, si si, hay cuatro niños!! y decido repetir para que el lo vea, pero, los peregrinos del albergue estaban en el bar y dicen que ellos tambien lo quieren ver, asi que pido permiso al dueño del bar y actuo para españoles, canadienses, alemanes y franceses, con gran acogida y aplauso.

Y para colofón, dentro del bar estan los de la comisión de fiestas y me dicen que quieren que vuelva en septiembre para actuar en las fiestas del pueblo.

Increible.