Arévalo, en el ojo blanco de la ola de frío

Después de 36 kilometros por caminos de tierra, por que la antigua N-VI se ha convertido en la A-6, y ahora quedan pequeños caminos asfaltados que discurren paralelos a la autovía, sin tránsito pero que se terminan y pasan a ser caminos entre grandes campos de trigo y colza que me llevan hacía Arévalo, se empieza a notar la bajada de la temperatura, esta mañana después de irme sin pagar del convento, a las 6 de la mañana, los termómetros marcaban 1º y durante el camino alguna gente comentaba que el algunos sitios habían llegado a -1º.
La mayoría del tiempo llevo las manos dentro de los bolsillos, salvo cuando tengo que grabar alguna cosilla, y se nota. Hoy me pongo por primera vez todo el equipo de agua que me cedieron en la tienda de aventura Terra, y menos mal, porque ampara bastante del frio.
Finalmente llego a Arévalo, donde la policia local me ayuda muchísimo, así desde aquí les agradezco todas la facilidades que me han dado, desde indicarme donde está el albergue, que deberían mejorar, hasta indicarme lugares donde actuar por la tarde y donde comer sin tener que pagar.
Muchas gracias a las hermanas de la Residencia de Ancianos de Arévalo que me proporcionaron una cena caliente.
También tengo que agradecer al Pub Mito´s la comida que me ofrecieron después de haber pedido un trozo de pan, por que me pusieron un plato de huevo frito con chorizo y patatas una empanadilla, agua y café y no me cobraron, muchísimas gracias.
En Arevalo ha sido imposible actuar, no había nadie por la calle así que después de varias horas intentandolo, me retiro al albergue.
Mañana será otro día.