Conozco gente cada día, conozco lugares como A Trepa, un pueblo entre Verín y A Gudiña con un encanto especial y gente muy peculiar.
Y una vez que llego a A Gudiña, me encuentro en el Hogar del Transeunte, con un matrimonio uruguayo impresionante.
No hace demasiado tiempo Uruguay sufrió un corralito y este matrimonio pasó de ser una familia acomodada a no tener nada, tanto es así que, tuvieron que emigrar, abandonar su país y venirse a España, otro país del que un día salieron sus padres para buscarse la vida.
No debemos olvidar que un día nosotros fuimos emigrantes, y que ahora, seguimos siendo emigrantes, somos la mano de obra mas barata de Europa.
Sin embargo se nos olvida fácilmente y tratamos a los que vienen de fuera muy mal, que no se nos olvide nunca nuestro pasado.
Mi admiración y eterna gratitud para este matrimonio que me han cuidado como si fuera de su familia desde que llegué a sus vidas, un millón de gracias Walter y esposa.
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