martes, 30 de abril de 2013

Medina del Campo, borrasca y bocata de chorizo

El peor día del camino anímicamente con diferencia, de hecho ha llegado un punto donde he parado y he dicho, no doy un paso más. La falta de descanso de estos días y el saber que se acabó el dinero y las actuaciones, que no generan nuevos ingresos, han pasado factura.

Pero, aquí o es todo o nada, así que me he puesto de pie, he apretado los dientes por que el tobillo izquierdo, maltrecho desde Xinzo, parece no dar tregua, y me he vuelto a poner a caminar.
Tengo que agradecer el apoyo moral de Carlos y Rocío al otro lado del teléfono, por qué hoy he llorado de impotencia durante mucho rato.

Durante el trecho que camino, además de grabar trocitos para enseñaros, también tengo mucho tiempo para
pensar y cuando llevas varios días malos de gorro y hambre, pues... si recibes noticias no tan buenas, como que hay que presentar la demanda de divorcio, que hay quien te dice que si llamas a tus hijos todos los días y demás, pues si te pillan medio bajo, pues te hundes moralmente. Y eso es lo que ha pasado, además, la idea del blog era un poco que, durante el viaje, la gente con las donaciones de Pay Pal, ayudasen un poco al mantenimiento de la familia que se ha quedado en Vigo, y la respuesta ha sido bastante pobre en este sentido, pero claro, un me gusta en facebook o un mensaje de ánimo, son gratis.
Así que tengo que agradecer a todos aquellos que han comprado las camisetas del proyecto, como también a los que han hecho donativos a traves del botón de Colabora, por que gracias a ello, voy pudiendo seguir adelante.



Finálmente he llegado a Medina del Campo, aqui no hay albergue como tal para los peregrinos, te tienes que  ir al convento de los padres Carmelitas y ellos te acogen.
En el convento te recuerdan bastante a menudo que para quedarte tienes que dar un donativo voluntario de 10€, pero yo tengo encima 50cts.
Después de dormir un poco y comer otro trozo de pan, me he ido a las calles, pero las cosas se han torcido, justo antes de actuar en la plaza, se ha puesto a granizar asi que me he tenido que ir a los soportales de la plaza, pedir permiso en los bares para poder montar y actuar.
Hoy he vuelto a tener público, habría 10 niños viendo las aventuras de Manu y su papá, al terminar y después del aplauso de rigor, el papá de dos niños que estaban durante la función, David, peluquero y barbero de la plaza, me ha invitado a lo que quisiera. Agua y un bocadillo de chorizo frito, riquísimo.
Me he vuelto al convento donde un papel me recordaba que todavía no había dejado mi donativo, y me he dado un baño para quitarme la mugre del camino y me he metido a dormir sobre las 21:00
Mañana me espera Arévalo, un pueblo con nombre de señor bajito que cuenta chistes de cinta de cassette de gasolinera, buenas noches a todos. zzzzzzzzzz

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