jueves, 27 de febrero de 2014

Política que no has de creer, dejala correr

Me preguntaréis por mi color político, por mis ideas y mi posicionamiento, a un lado o al otro, y seguramente os llevaréis un gran chasco, por que imagino que como actor, se me supone una posición de reaccionario, incluso de antisistema, y claro, automáticamente, me imaginais quemando contenedores y pintando paredes cual Brian en el foro romano.
Pero no, no quemo nada, no pintarrajeo las paredes, no monto barricadas, pero hoy, he acudido por primera vez a una manifestación, vivo en el centro neuralgico de la ciudad, la Puerta del Sol, en una ciudad industrial, por ende, bastante de izquierdas, aunque henos tenido años oscuros de mucha flor en los jardines del reino. Sin embargo, y pese al furor inicial que se podría vislumbrar, va a ser que no, que no me convence el discurso de la calle, por una simple razón, es sectario, las manifestaciones que veo que se organizan, congregan a poca gente de distintos sectores y parece que sean sectores endogámicos, no hay interacción entre ellos, hoy me manifiesto yo, mañana lo haces tu, no vaya a ser que nos lancen pelotas de goma, ni que fuéramos subsaharianos o marroquís tratando de buscar una vida mejor, pobres, no saben donde se meten.
No!! nosotros nos manifestamos de a poquito y por cuadrantes, cuadrantes marcados por unos señores que, dicen ser sindicalistas, si, justo esos que cuando se anuncia una reforma laboral, aflojan sus cintos y abotonan el penultimo boton de sus camisas mientras dejan que la patronal sodomice al trabajador, a cambio de mantener sus augustos culos en sus bien confortables tribunas, desde las cuales arengan al pueblo congregado, con los mismos gritos estúpidos y carentes de contenido de siempre.
Llegados este punto, esta es mi posición y mi opinión, salir a la calle, si, pero sin estandartes, sin representantes colocados a dedo por aquellos que mueven las fichas de esta, ellos le llaman democracia, yo creo que poco dista del regimen del señor bajito de Ferrol, pero, yo soy un anormal; salgamos a la calle como individuos, pongamos en común nuestro desacuerdo ante la opresión y la represión, no necesitamos que nos domestiquen, somo bastante dóciles, pero mantengo la esperanza de que, no idiotas.
Apaguemos los televisores por un  momento, dejemos de leer la prensa, que escribe bajo los designios de quien paga las subvenciones y detengamonos a escuchar al vecino que se ha quedado sin trabajo, a esa pobre chica, que en momento de loca pasión olvidó protegerse ante un posible embarazo y que ahora debe asumir una responsabilidad para la que, a lo mejor no está preparada, a ese operario de la fábrica que cada día que pasa está , mas desprotegido ante los caprichos de sus jefes gracias a la gran labor de sus representantes ante la patronal, esos sindicatos plagados de buenos para nada con los bolsillos llenos, escuchemos a esos maestros que cad día enseñan menos y adoctrinan  más a nuestros hijos, futuros becerros del rebaño, escuchemos a ese pobre autonomo que cada día paga más por generar riqueza y que no se puede enfermar o arruinar, por que no tiene mas derecho que la obligación de tributar por una sanidad que cada día es peor, escuchemos a esas familias con enfermos crónicos o dependientes, que poco a poco, se ven mas y mas solos, mas y mas pobres, pues tienen que costearse el derecho a estar sanos y a tener una buena calidad de vida, vida que nos dicen como y cuando hemos de vivirla,  puede que después de estos pocos ejemplos, nos sea más fácil salir a la calle y decir, simplemente, YA ESTAMOS HARTOS, si vosotros sois idiotas, nosotros no, dejad sitio a otros mas competentes, pero sobre todo, más honestos, que seguramente no tendrán un color político claro, pero si, sabrán escuchar a aquellos que los rodean.
Igual en ese momento seamos capaces de vivir sin una corona y todo lo que ello supone, mucho postureo, principitos, duques, condes y demás nomenclaturas que no sirven para nada, de vivir sin unos señores con largas vestiduras que nos evangelizan y cuentan historias de unos libros de ficcion que ellos llaman biblia, o corán o lo que sea.
Nos contarán una cosa y después otra, para desviar nuestra atención, que un problema grave, se solucione con un partido de Champions o una copa con una bola que sostienen 22 zagales en paños menores mientras mantean a un señor con bigote que ahora vende seguros.
Y mientras tanto, aquellos señores de la izquierda, abanderados de la progresía y la transición, son ahora consejeros de la junta de adminitración de tal o cual empresa energética, muy de izquierdas si señor!!
Pero no pasa nada, nosotros hemos ganado un mundial y tenemos al mejor equipo del mundo, al mejor tenista, a los mejores dopados a los mejores chorizos y a los ignorantes mas estúpidos a nuestro alrededor, que corean himnos por doquier, y repiten igual que en misa, lo que unos señores con megafono les dicen lo que han de gritar y pensar.
En fín seguiré pensando, que sé que les jode.

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