martes, 11 de febrero de 2014

Peter Pan tiene barba

Miedo, sentimiento que te paraliza y te impide continuar tu camino, así me sentí antes de dar el paso y probar.
Probar, atreverse a meter la pata.
Meter la pata. posibilidad de aprender para el futuro.
Peter Pan, creció, y el miedo a los adultos despareció, pero, ¿y el miedo de los adultos? ese que llena de prejuicios las mentes que, un día, permanecían abiertas.
Esos niños perdidos, que ahora viajan con locos como mi amigo Samuel, o conmigo, deberían estar en todas la casas del mundo.
El pasado sábado, me enfrenté nuevamente a mi miedo atroz a representar en soledad y con un texto propio, ante una audiencia de adultos de pelo en pecho y sobaco depilado, a pesar de las tendencias actuales al matojo.
Días previos de cambios en la puesta enescena de los personajes, de miedo a la respuesta tras las cuarta pared, de muchos nervios, de pocas horas de sueño y al final....
Gracias al público que me sigue, gracias a la cantidad de horas invertidas en la construccion de los personajes y en las ganas de sacar el espectáculo adelante, lo conseguí, vencí al miedo, y al menos, esta vez, salí airoso de la batalla, pero no nos confiemos, no vaya a ser que nos caigan por todos los lados cuando menos lo esperemos.
Ahora, tras disfrutar del aplauso, toca tomar distancia, corregir los errores, que los hubo, y seguir adelante con paso firme.
No Fear Man!!!

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