Un lugar donde los camareros son encantadores y atentos y los dueños, cercanos y solícitos.
Cada día vengo a la calle Teixugueiras 11 y me siento en su sofá multicolor sin fin, tomo café y me comunico con el mundo vía tablet o smartphone, jamás me han puesto una mala cara y cada vez que quiero hacer algo, como la función de esta noche, están encantados de que venga, se nota que no me conocen bien, je je je.
Aprovecho un momento de lambió de turno en la clientela para sacar un par de fotos para ilustrar esta entrada, así evito sacar gente, no vaya a ser que alguien se puede molestar, así respeto la decisión de uno de los dueños, no es cuestión de traicionar su confianza.
Esta noche os espero aquí, pero el resto de días también podéis venir, a lo mejor me encontráis por aquí, pegado a la pantalla y a mi rico café con leche templado de cada día.
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