jueves, 11 de julio de 2013

Disminuidos? Quienes?

Leña, de vez en cuando hay que dar leña, dialéctica si, pero leña.
Pero como todo depende del punto de vista del prisma y siempre se puede y debe sacar una lectura positiva de las cosas...
Esta mañana hemos disfrutado de dos pases del montaje en el patio anexo de la Librería Hobbit, en el número 32 de la calle Teixugueiras de Navia, y es que con Antonio, el sufrido propietario de la librería, siempre se puede contar para lo que haga falta.
Como iba diciendo, esta mañana he tenido el placer de actuar para los usuarios de los centros de Alento, Apamp y algún usuario de San Francisco, estos centros trabajan con personas con algún tipo de problema a nivel neurológico, ya sea adquirido o congénito y, trabajan cada día para mejorar la calidad de vida de estos. En la medida de lo posible, tratan de que la vida de estas personas, pase por ser lo mas normal posible e integrarlos con el resto de los idiotas que poblamos el mundo, y digo idiotas con todas las consecuencias, una vez más el miedo nos hace idiotas, por que lo único que nos impide relacionarnos con ellos es un miedo a lo desconocido exacerbado, si dejásemos nuestros ombligos tranquilos y abriésemos los ojos, descubriríamos un montón de cosas maravillosas, como estos chicos y chicas y sus monitores, personas que además no os piden nada, así que os invito a que la próxima vez que montemos algo, sea lo que sea, os dejéis el miedo en casa. Una silla de ruedas es una herramienta, igual que un tenedor, no es una barrera, una parálisis cerebral es un pequeño problema en comparación con nuestra incapacidad de relacionarnos con aquellas cosas que se salen de los estándares establecidos por no sabemos quien.
Es más, miremoslo desde el punto de vista egoísta, si mañana a cualquiera de nosotros moda pasa algo a nivel neurológico, que pensaríais de toda la gente que os viese como una atracción de feria?
No mola verdad?
Pues venga, vamos a abrir nuestras visiones y sobre todo a dejar que nuestros hijos vean a las personas como lo que son, personas, da igual el envoltorio, esta mañana mis niños han disfrutado más de la compañía de la gente que vino a disfrutar del espectáculo que con el pequeño cómico que estaba representando la obra, ahora los veo y no les noto ningún efecto secundario negativo, y sigo sin creer en deidades ni en doctrinas aborregantes, a veces seguir mitos colgados de una pared en taparrabos o gordos y sentados o con muchos brazos, no nos convierte en mejores personas, más bien todo lo contrario, pensad en ello, al menos un minuto, después podéis hacer lo que os venga en gana.

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