lunes, 7 de octubre de 2013

Un nombre sin importancia

Poco importa su nombre, y mucho menos si su dolencia se llama parálisis cerebral o incontinencia suma, a mi me parece que esta no es un problema, aunque a muchos si, así que voy a tratar de explicar mi manera de verlo.
Tendrá pocas posibilidades de caminar como tu o como yo, pero camina, y camina gracias a dos cabezones que viven con el, que no se han rendido ni lo van a hacer, por que quieren que su hijo sea lo más autosuficiente que pueda, aunque las probabilidades de éxito sean escasas, pero ellos siguen luchando, a pesar de que las leyes que unos grandes librepensadores de grandes glándulas y escaso cerebro y nula sensibilidad, están en su contra, y es curioso que la hayan llamado ley de dependencia, es curioso que sí eres un señor mayor lleno de orgullo y satisfacción, que además dicen que es, representación de su país, si ese señor tiene una cadera bionica que se infecta, se pasa la lista de espera que todos los demás sufren a diario por el forro, por que nos guste o no, nos mienten, no todos somos iguales. 
No importa nada, ante la espalda de un gobierno que recorta la sanidad, que no financia los tratamientos para mejorar la calidad de vida de un pequeño que no tiene la culpa de nada de lo que le ha ocurrido desde el punto de vista clínico, pero que tendrá que convivir con ello el resto de su vida, una vida que estará siempre ligada a algún miembro de su familia o de un centro especializado que costará una ingente cantidad de dinero que, la pensión que puedan concederle, no cubrirá.
Esos dos cabezones se levantarán cada día y seguirán luchando por mejorar la calidad de vida de su pequeño a pesar de un estado, que dicen, somos todos pero que a la hora de la verdad, no somos nadie, por que nadie puede imaginar el día a día de una familia que busca hasta debajo de las piedras el dinero y las terapias para ayudar a quien más quieren, sin dejar de lado a sus otros hijos.
No importa como se llame ese niño o ese adulto que necesita unos mínimos para vivir, según la constitución, dignamente, lo que importa es que estamos completamente desprotegidos, salvo por el resto de los que conforman la masa social, los ciudadanos con un mínimo de sensibilidad, esos que aún viviendo al límite, destinan lo poco que tienen para ayudar, mientras que aquellos que cada año reciben suculentos dividendos con sus empresas, cada día son más ricos y viven fuera de la realidad del día a día y extorsionan a quienes nos gobiernan de manera tal que, cada día sea más barato dejar a una familia sin su sustento y además hacerlos sentir culpables de una situación que en muchos casos ni siquiera es culpa suya.
Y yo,que tengo dos hijos sin ningúna  complicación clínica, sudo tinta para eso que llaman, llegar a fin de mes, no puedo imaginar el calvario de todas esas personas que deben acogerse, cuando pueden hacerlo, pues los  baremos y estándares cada día son más estrictos en injustos, a la par que crueles, que han de pagar además, tratamientos varios y medicaciones.
Da igual el nombre del niño, lo que no da igual es todo lo que sucede a espaldas de la administración que se ve esquilmada por un atajo de chorizos con patente de corso y rápidas prescripciones para sus fechorías, contabilidades en B y mentiras y arreones de valentía desde Japón.
Pero seguiremos recluidos en casa, amargados y asustados, sin fuera para reaccionar y comenzar a cambiar las cosas a nuestro alrededor, tenemos un montón de valientes que viven en islas, mientras el resto de la sociedad, del estado, esta lleno de cobardes y buenos para nada reyes de la mediocridad.
Yo, estoy convencido de que los antisistema son los patriotas reales,sin bandera, sin color político, pero con ideales y algo que ya no se estila, valores.
Mientras escribo esto, todos esos valientes seguirán luchando, y sus hijos tendrán la suerte, al menos de que alguien quiera un mundo mejor, y me da igual como se llame ese niño, si tiene parálisis cerebral y viene con su familia atravesando el mar, me importa que vivamos en un mundo que apesta y aún así, cada día se levanten y busquen, por que al final, es lo que hacemos, luchar luchar y luchar, y desde aquí, rindo homenaje a todos y cada uno de esos luchadores, amigos, no estamos solos.

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