domingo, 20 de octubre de 2013

Proyectos, trabajo, mucho trabajo

Y quien sabe si finalmente podré vivir dignamente de esta bella profesión.
Mientras tanto, sigo peleando, sigo aceptando proyectos, el último, llevar la programación de un pequeño local en el centro de la ciudad, proyecto que ya está firme, ahora toca ponerse a trabajar, contactar con artistas que quieran embarcarse en una aventura y tener un espacio de difusión cultural.
También estoy impartiendo seminarios de expresión dramática, estudiando nuevos modos de aportar liquidez a la familia, por que a pesar de lo que digan los señores del plasma, la recuperación económica del país, a nivel doméstico, está pendiente de un hilo, sólo nos queda seguir bregando con la vida, buscar soluciones y lanzarse en plancha a por ello.
Nada ni nadie nos garantiza que en un futuro no tengamos que subirnos a una embarcación fletada por un grupo mafioso y buscar oportunidades en otro territorio nacional, si, no somos negros, pero los tiempos en que Abraham Lincoln trataba de poner fin a la esclavitud, ya se han olvidado, sois esclavos  de los mercados, trabajáis por un mísero jornal y estáis acogotados por una pléyade de incompetentes que dicen tratar de mejorar un país que, a fe mía, que no tengo, funcionaria mejor por su propia sinergia y un poco de sentido común.
Y yo, tonto naufrago en miedo de la isla desierta del sueño y la pasión por la cruel profesión de la escena, amor fatal y amante despiadada o gran geisha, dependiendo de las circunstancias, sigo bogando a contracorriente, la estupidez humana es así, algún día derribaré el muro a fuerza de insistencia, mientras tanto, os dejo, aquí sigo dándome de cabezazos, feliz día, humanos.

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