El sentido de la justicia, la percepción del bien y el mal y las horas en compañía de su fiel amigo, alter ego, dejaron de tener la importancia que solía darles para, ser algo accesorio en su nueva vida, si es que podía llamarse vida a aquello que estaba por llegar.
La relatividad de los problemas y la importancia del porvenir, que cosas, de repente nada tenía peso en su vida, y salió por fin aquel hombre enfundado en su bata blanca... Nervios, sudor frío y miedo llenaron la sala de espera de un extraño olor,o al menos a el así le pareció, un paso, dos, tres...
Y su mano estrechando la del doctor, que, comenzó a hablar, pero el apenas si lo escuchó...
"Sus pruebas..."
Continuará
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