miércoles, 2 de julio de 2014

Simplemente, cambia el tiempo verbal

Palos, zancadillas, incapacidad, mensajes negativos que proyectamos y que nos autoimponemos a diario, si, yo también, aunque parezca que al estar constantemente en el escaparate no es así, no soy diferente de ti.

Pero solo sé hacer una cosa, luchar, soñar y estar convencido de que puedo, a pesar de que no siempre ha sido así, a pesar de que nos han enseñado y adoctrinado para ser buenos y calmados ciudadanos con poder de pseudodecision cuatriaunal. En estos últimos días en los que las cosas no salieron como yo las tenia programadas en mi cabeza, no he estado yo muy por la labor de ayudarme, mas bien, todo lo contrario.

Sin embargo, he aprendido, a golpes de la vida, como todos, que, por mucho que te salgan mal los planes, por mucho que el resultado esperado no llegue, no queda otra que seguir, aprender y reiniciar, cambiar el verbo de modo, no sirve de nada decir "Voy a..." hay que vivir con el "He" al menos lo intentas, levantarse cada mañana mas pobre y alzar la cabeza y que el reflejo hinchado y somnoliento que te devuelva el espejo, te parezca guapo, por que somos guapos, todos, incluso los feos, son guapos, lo que pasa es que nos etiquetamos, nos empeñamos en acercarnos a esos estándares de los que solemos huir y en los que al final, sin querer, vivimos, somos estereotipos, todos queremos parecernos a ese que triunfa, pero cuidado, el triunfo, la fama y el reconocimiento profesional, requieren esfuerzo, sacrificios y mucho, mucho trabajo detrás, incluso en el caso de los mal denominados Frikis, del inglés Freak=monstruo, veis, etiquetas que utilizamos inconscientemente y que sabiendo su significado, pueden hacer mucho daño, la rareza no es tan rara, la normalidad o anormalidad, solo dependen del sujeto, jamás de la masa envolvente.

Hoy, tras una noche de oxigenación por el centro de Madrid, esa ciudad tan monstruosamente diversificada, en la que las etiquetas caminan cotidianamente de la mano de todos sus habitantes, panchitos, negros, rumanos, gitanos, gays, egregios españoles de gran maquillaje, guiris, provincianos con cara de atónitos y perplejos fotografiando La Cibeles, hipsters, góticos, en definitiva, gente, como decía Pedro Guerra.

Dejemos de pensar como hacer las cosas, hagámoslas, dejemos que el resultado nos sorprenda, cambiemos voy a vivir por estoy viviendo, aviso, no es fácil, hay muchas corbatas empeñadas en que no sea así, que la vida sea un tránsito de gravámenes y que la productividad, el consumir y fabricar cosas realmente innecesarias, sea nuestra razón de ser y estar.

Parece mentira que este escribiendo esto encerrado en Carabanchel, ante un teclado, curioso y paradójico cuanto menos, pero en cuanto termine de escribir, seguiré agarrado a las riendas, esas riendas que por un tiempo solté y que permitieron que un caballo bien enseñado, caminase solo y sin rumbo.

Queridos todos:

Me voy a vivir!!

 

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