Se han ganado su retiro paso a paso, y desde Abril de 2013 estamos juntos, pero ha llegado la hora de retirarlas, la piel y lla goma se separan, el dibujo de sus suelas se mezcla con otras capas mas profundas de esta y llega el momento de agradecer la fidelidad de todos estos meses juntos en un menage a trois lleno de esfuerzo y grandes momentos juntos.
Media España ha pasado bajo sus suelas, al frio, la lluvia, el calor e incluso la nieve, muchos pueblos han quedado atras y cerca de 1000km sobre su caucho amortiguador, mis zapatillas han llegado a un punto en el que no se les podía pedir más.
Ahora me queda saber que tipo de homenaje tengo que rendirles, que manera de conservarlas para recordarme que un dia, cual Forrest Gump, comencé a caminar y no dejé de hacerlo.
Muchas gracias, fieles objetos inanimados, compañeras de viaje y fatigas, de escena y de paseos por Madrid.
Os echaré de menos.
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